Ubicada en el corazón del barrio de Salamanca, en C. de Velázquez, 39, se encuentra la encantadora Pastelería La Mallorquina – Velázquez. Este lugar es un verdadero paraíso para los amantes de los dulces y postres artesanales. Al cruzar sus puertas, te recibe un ambiente cálido y acogedor, con dos amplias vitrinas repletas de delicias que harán que se te haga agua la boca. ¡La difícil decisión será elegir qué probar primero!
Variedad de productos para todos los gustos
En La Mallorquina, encontrarás una amplia variedad de productos que van desde las tradicionales tartaletas de frambuesas hasta las roscas, que son un verdadero manjar. Si no eres muy goloso, no te preocupes, también disponen de opciones saladas que no te decepcionarán. La mitad del local está dedicada a una acogedora cafetería donde puedes disfrutar de tu elección acompañada de un buen café, o si prefieres, algo más.
Productos frescos y atención rápida
Uno de los puntos fuertes de esta pastelería es la frescura de sus productos. Los clientes destacan que todos los postres tienen un sabor excepcional y están siempre frescos. Es recomendable visitarla por la mañana si deseas comer en el lugar, ya que cuenta con pocas mesas y suele llenarse rápido. La atención es rápida y los meseros son muy amables, lo que hace que la experiencia sea aún mejor.
Un rincón con historia y sabor
La Mallorquina no solo es conocida por sus deliciosos productos, sino también por su historia. Aunque algunos clientes mencionan que han encontrado el local algo escaso de personal en ocasiones, la calidad de los productos sigue siendo alta. La tradición y el sabor se mantienen intactos, lo que hace que siempre valga la pena una visita.
Servicios adicionales
Además de poder disfrutar de sus delicias en el local, La Mallorquina ofrece varios servicios adicionales como la opción de recogida en tienda, compra en tienda, para llevar y entrega a domicilio. Incluso cuentan con la entrega el mismo día, ideal para esos antojos de última hora o para sorprender a alguien especial.
Su amplia variedad de productos, la frescura y calidad de los mismos, y la atención amable y rápida, hacen de esta pastelería un rincón muy especial en el barrio de Salamanca. No te vayas sin probar sus famosas roscas o la deliciosa tartaleta de frambuesas. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!