En el pintoresco pueblo de Lerín, en la provincia de Navarra, se encuentra un tesoro culinario que ha dejado huella en los corazones de muchos: Pastas Caseras Marisol S.L.. Situada en la Calle Portal, 13, esta pastelería ha sido un referente de la repostería artesanal, ganándose el amor y la fidelidad de sus clientes a lo largo de los años.
Un deleite para el paladar
Las pastas de Marisol eran conocidas por su calidad inigualable y su sabor auténtico, elaborado con ingredientes naturales como harina, huevos, aceite y azúcar. Cada bocado era una explosión de sabor, un recordatorio de las recetas tradicionales que nos transportan a la cocina de nuestras abuelas. ¿El secreto? El cariño y el esmero con los que se preparaban cada una de estas delicias. Nada de pastas pegajosas ni industriales, aquí todo era artesanal y hecho con amor.
Calidad y tradición en cada bocado
Los clientes de Pastas Caseras Marisol S.L. no solo destacan la calidad de sus productos, sino también su precio accesible. Era sorprendente cómo algo tan exquisito podía ser tan asequible. Las pastas eran esponjosas, sabrosas y, sobre todo, naturales al 100%. Era común escuchar a los clientes decir que eran las mejores que habían probado en su vida. ¡Y no es para menos!
Un legado que perdura
Aunque la pastelería ha cerrado sus puertas recientemente, su legado perdura en el recuerdo de quienes tuvieron la suerte de disfrutar de sus productos. Clientes que venían desde lugares tan lejanos como La Rioja solo para llevarse un pedacito de Marisol a casa. La amabilidad y el buen hacer de su equipo han dejado una huella imborrable.
Además de su obrador en Lerín, Marisol también tenía presencia en los mercados de Amaia y Santo Domingo en Pamplona, lo que facilitaba que más personas pudieran disfrutar de sus deliciosas pastas. Era un lujo tener acceso a productos tan auténticos en medio de tanta oferta industrial.
Si alguna vez te encuentras en Lerín, no dejes de buscar esta joya de la repostería. Aunque ya no estén operando, el espíritu de Pastas Caseras Marisol S.L. sigue vivo en las memorias de sus clientes y en cada rincón de la Calle Portal. ¡Gracias Marisol, por todos estos años de dulzura!