En el encantador pueblo de Caldes de Montbui, en Barcelona, se encuentra una joya del pan artesanal: L’Espiga d’Or, Cal Falsina. Situada en Carrer Major, 12, esta panadería no es solo un lugar para comprar pan, es una experiencia que deleita los sentidos y el alma.
Variedad y Calidad en Cada Mordisco
¿Alguna vez has sentido que un buen pan puede mejorar tu día? En L’Espiga d’Or, Cal Falsina, saben exactamente cómo hacerlo. Sus productos artesanales, como sus emblemáticas barras de pan y sus deliciosas magdalenas, son un verdadero placer para el paladar. Los clientes no pueden evitar recomendar el pan en forma de adoquín, un símbolo del pueblo que se ha convertido en un favorito local. Sus mini croissants y el pan de coca son simplemente irresistibles.
Atención al Cliente y Servicio a Domicilio
El trato en esta panadería es otro de sus puntos fuertes. Las dependientas, especialmente en el turno de la tarde, son conocidas por su amabilidad y disposición para ayudar. Aunque alguna vez se ha mencionado un trato menos empático por la mañana, la mayoría de los clientes destacan la calidez y la atención personalizada que reciben. Ofrecen servicios de entrega a domicilio y para llevar, lo que facilita disfrutar de sus productos frescos sin moverse de casa. Incluso tienen la opción de entrega el mismo día, perfecta para esos antojos de última hora.
Un Viaje al Pasado con Cada Bocado
En un mundo donde lo artesanal está en peligro de extinción, L’Espiga d’Or, Cal Falsina se mantiene fiel a las tradiciones. Aquí, el pan es como el de toda la vida, hecho con esmero y dedicación. Los clientes destacan la frescura y la calidad de cada producto, aunque en alguna ocasión aislada se ha mencionado que el pan podría estar seco. Sin embargo, estas excepciones no empañan la reputación de la panadería, que sigue siendo un referente en el Vallès.
Así que, si te encuentras en Caldes de Montbui, no puedes dejar de visitar L’Espiga d’Or, Cal Falsina. Su variedad de panes, la atención al cliente y la calidad de sus productos te harán volver una y otra vez. ¿Por qué conformarse con menos cuando se puede tener lo mejor?