Si alguna vez te encuentras en **Sella, Alicante**, no puedes dejar de visitar **Forn Secanet**, una **panadería tradicional** que se ubica en **Carrer Secanet, 19**. Este pequeño pero acogedor establecimiento es un verdadero tesoro para los amantes del buen pan, un lugar donde la tradición y la calidad se unen para ofrecer productos auténticos y deliciosos.
Un Pan Tradicional que Dura Días
En **Forn Secanet**, el pan es como el de antes, ese que nuestras abuelas solían comprar. Aquí, Amparo y Juan, los panaderos, se encargan de cada detalle del proceso: desde el amasado hasta el horneado en leña. Las barritas de kilo y medio, conocidas como «congre», son un verdadero deleite. Este pan artesanal no solo tiene un sabor inigualable, sino que también se mantiene tierno y fresco durante casi una semana. ¡Algo que rara vez se encuentra hoy en día!
Ubicación y Ambiente Perfecto
**Sella** es un pueblo que, además de su población residente, recibe una afluencia considerable de turistas, especialmente los fines de semana. Este flujo constante de visitantes, entre motoristas y ciclistas, proporciona vida y dinamismo al lugar. **Forn Secanet** se encuentra estratégicamente situado cerca de la Plaza Mayor, lo que lo convierte en el lugar ideal para un avituallamiento rápido y delicioso. Ya sea que estés de paso o vivas en la zona, esta panadería es una parada obligatoria.
Productos Auténticos y Artesanales
En **Forn Secanet**, no encontrarás productos congelados ni pan industrial. Aquí, todo es artesanal, desde el pan hasta la bollería. La **miga recia** de sus productos es una prueba de su autenticidad y calidad. Aunque los precios pueden ser un poco más elevados que los de los productos hiper-congelados, la diferencia en sabor y frescura lo justifica completamente.
Los visitantes elogian constantemente la calidad del pan, destacando que es «el millor pa el de Sella» y que su sabor y textura son incomparables. La calidez y amabilidad de Amparo y Juan hacen que la experiencia sea aún más agradable. No solo compras pan, sino que te llevas un pedacito de tradición y amor por el oficio.
No te pierdas la oportunidad de probar sus productos y de saludar a sus encantadores panaderos. ¡Vale la pena cada bocado!