En el corazón de Vic, en la provincia de Barcelona, se encuentra el encantador Forn de Sant Miquel, una pastelería tradicional situada en Plaça Major, 13. Este establecimiento ha sido un referente en la localidad durante años, atrayendo tanto a locales como a visitantes con su variada oferta de productos de repostería.
Una diversidad de delicias para todos los gustos
La estrella del Forn de Sant Miquel es su amplia gama de curasanes, que se destacan por su masa suave y nada seca. Entre los favoritos de los clientes se encuentra el curasán de Kinder, que a un precio de 1,10€ es una auténtica delicia. La pastelería ofrece una selección de ensaïmadas y otros productos tradicionales que han sido apreciados por generaciones.
Un lugar con historia y encanto
Ubicado en un lugar céntrico de Vic, este horno pastelería no solo destaca por sus productos, sino también por su estética exterior, que refleja la antigüedad del establecimiento. La fachada del Forn de Sant Miquel invita a entrar y descubrir sus tesoros culinarios. Aunque algunos clientes han señalado que ciertos productos tradicionales, como el pa de pessic, no mantienen la calidad de antaño, el lugar sigue siendo un punto de referencia en la ciudad.
El trato del personal es otro punto fuerte del Forn de Sant Miquel. Los empleados son conocidos por su amabilidad y por hacer que cada visita sea una experiencia agradable. Sin embargo, es importante mencionar que, en ocasiones, ha habido malentendidos con productos específicos como las opciones veggies, lo que puede ser un área de mejora para el establecimiento.
Servicios que se adaptan a tus necesidades
El Forn de Sant Miquel ofrece varios servicios que facilitan la compra y disfrute de sus productos. Puedes optar por la recogida en tienda o la compra en tienda, y si prefieres disfrutar de sus delicias en casa, también cuentan con opciones para llevar y entrega el mismo día. Si te apetece disfrutar de un buen café acompañado de una pieza de repostería, tienes la opción de comer allí.
A pesar de las críticas recibidas en relación a algunos productos específicos, visitar el Forn de Sant Miquel sigue siendo una experiencia recomendable, especialmente para aquellos que valoran la tradición y el encanto de una pastelería con historia. ¿Te animas a descubrirlo?