Si buscas un lugar donde el aroma a pan recién hecho te envuelva y te transporte a la infancia, Crosta i Molla en La Seu d’Urgell es tu destino. Ubicada en el Carrer de Sant Joan Baptista de la Salle, 46, esta panadería es la joya de la provincia de Lleida. Su nombre ya lo dice todo: aquí encontrarás panes con una costra crujiente y una miga suave que te harán salivar.
El mejor pan de masa madre en La Seu d’Urgell
En Crosta i Molla se especializan en la elaboración de panes de masa madre, horneados en piedra. ¿Te gusta el pan con un toque ácido? Aquí lo encontrarás. Aunque algunos pueden encontrar el sabor un poco fuerte, es justamente esa acidez lo que muchos buscan en un buen pan de masa madre. Y es que la calidad y variedad de sus panes es algo que destaca a simple vista.
Variedad y calidad artesanal
La oferta de panes es impresionante. Desde el clásico pan de pagès hasta opciones más exóticas como el pan de cúrcuma, cada opción es una delicia. Tienen panes ecológicos y elaborados con diferentes tipos de harinas. Si eres amante del pan, aquí encontrarás tu paraíso. Y no olvides probar los irresistibles panecillos de chocolate; un verdadero manjar para el paladar.
La tienda puede ser pequeña, pero cada rincón está lleno de productos de alta calidad. El obrador está a la vista del público, lo que añade un toque de transparencia y confianza. Ver cómo se elabora el pan artesanalmente es una experiencia en sí misma.
Atención y servicios
La atención al cliente es otro de los puntos fuertes de Crosta i Molla. El personal es siempre agradable y te hace sentir como en casa. Ofrecen servicios como compra en tienda, entrega a domicilio, e incluso entrega el mismo día. Esto último es perfecto si necesitas pan fresco para una ocasión especial y no puedes acercarte a la tienda.
Algunos pueden decir que el pan aquí es un poco caro, pero cuando piensas en la calidad y en que dura días en perfectas condiciones, te das cuenta de que es una inversión que vale la pena. La posibilidad de congelar y descongelar sin perder calidad es un plus enorme.
Si te encuentras en La Seu d’Urgell o sus alrededores, no puedes dejar de visitarla. ¡Tu paladar te lo agradecerá!