Ubicada en Azpilgoeta Kalea, 21, en la pintoresca localidad de Mendaro, Gipuzkoa, la fábrica de chocolate Chocolate Mendaro es un verdadero tesoro para los amantes del chocolate. Esta empresa familiar, con una historia de más de 200 años, ofrece una experiencia única para quienes buscan conocer el proceso artesanal de elaboración del chocolate.
Una Visita Educativa y Deliciosa
Chocolate Mendaro no es solo una fábrica, es un lugar donde se respira historia y tradición. Aunque el lugar es pequeño, la visita es perfecta para realizarla en familia, especialmente si tienes niños. La sala principal cuenta con una rueda de molino, que es uno de los atractivos principales y permite a los visitantes entender cómo se elaboraba el chocolate antiguamente.
Para aquellos interesados en una explicación detallada del proceso de fabricación, es recomendable hacer una reserva previa. Llamar con antelación asegura que un guía especializado, como Iza o Isa, pueda explicar con suma amabilidad cada etapa de la elaboración del chocolate a la taza. ¡Una auténtica delicia!
Atención Personalizada y Amabilidad
La atención del personal es uno de los puntos fuertes de Chocolate Mendaro. Los visitantes siempre destacan la amabilidad y el trato cercano del equipo. Aunque no hayas hecho una reserva previa, el personal se esfuerza en ofrecer una experiencia completa, enseñándote el molino y explicando el proceso de manera sencilla y agradable.
Esta fábrica fue fundada por un francés que huyó de las guerras carlistas hace 200 años y, desde entonces, la tradición se ha mantenido con mucho cariño y dedicación. Esto es palpable en cada visita y en cada producto que ofrecen.
Una Tienda Encantadora
La tienda de Chocolate Mendaro es otro de los grandes atractivos. Con un mobiliario antiguo y bien conservado, ofrece una gran variedad de productos de alta calidad a precios asequibles. Aquí podrás encontrar desde tabletas de chocolate hasta bombones, todos elaborados con el mismo cuidado y amor que caracteriza a esta fábrica.
El aparcamiento se encuentra muy cerca, un poco más adelante a la izquierda, lo que facilita la visita. Si estás por la zona, no puedes perderte la oportunidad de disfrutar de esta experiencia única y llevarte a casa algunos de sus deliciosos productos.
Su atención personalizada, la calidad de sus productos y la rica tradición que envuelve cada rincón de la fábrica, hacen de esta visita algo inolvidable. ¡No te lo pierdas!