Si estás de visita en Salas, Asturias, hay un lugar que no puedes dejar de visitar: la Pastelería Carajitos del Profesor. Ubicada en la Av. de Galicia, 21, esta pastelería es un auténtico tesoro de la repostería tradicional asturiana, con más de 100 años de historia y un saber hacer que ha pasado de generación en generación.
Tradición y Calidad en Cada Bocado
Lo primero que destaca en Carajitos del Profesor es su compromiso con la repostería artesanal y natural. Aquí, cada producto se elabora sin químicos añadidos, garantizando una experiencia de sabor única. Los carajitos, su dulce más famoso, son una exquisitez de avellanas que no encontrarás en ninguna otra pastelería. Con una textura crujiente por fuera y suave por dentro, estos dulces son una verdadera joya para el paladar.
Un Encanto en Todos los Sentidos
El local puede ser sencillo, pero la calidad de los productos y la atención del personal son excepcionales. Los clientes resaltan el trato amable y profesional de los empleados, quienes están siempre dispuestos a ofrecer información sobre los dulces y bizcochos disponibles. El escaparate de la pastelería es una obra de arte en sí mismo, especialmente durante la temporada navideña, cuando montan un nacimiento original y encantador.
Experiencias que Traspasan Fronteras
No solo los locales disfrutan de los manjares de Carajitos del Profesor; también reciben pedidos desde lugares tan lejanos como Madrid. Los clientes destacan la rapidez en la entrega y la frescura de los productos, que llegan igual de deliciosos que si los hubieran comprado en la pastelería misma. ¿Quién no querría repetir esta experiencia?
Variedad y Sabor en Cada Visita
Además de los carajitos, la pastelería ofrece una amplia variedad de dulces y bizcochos. Desde galletas de avellanas hasta bizcochos de manzana y calabaza, pasando por deliciosos dulces de almendras, cada producto se elabora con ingredientes de alta calidad. Cada visita es una oportunidad para descubrir nuevos sabores y deleitarse con la repostería artesanal.
Si te encuentras en Salas, no dudes en hacer una parada obligada. ¡Tu paladar te lo agradecerá!